Frase de la semana: “Ojalá me pienses como yo te escribo.”

sábado, 7 de septiembre de 2013

Tenía el discurso preparado, las palabras justas y repetidas de siempre, pero era lo mas real que podía decirle. Yo no fui buena en hablarle a la gente cuando está pasando por un mal momento; no fui buena en decir "todo estará bien" cuando ni yo me lo creía. Me parecía estupido repetir las mismas palabras que las personas que menos te conocían te habían dicho. Pero aún así sabía que decirte, me quería atrever a hacerlo por primera vez. Te recargarías en mi hombro, llorarias hasta mas no poder y preguntarías por qué no te llevó a ti. Luego yo como mala persona en un intento misericordioso de entendimiento diría unas palabras que te harian estar supuestamente un poco mejor. Y me sentiría mejor conmigo misma. En mi cabeza ya no estaría el remordimiento de todas las cagadas que había cometido contigo anteriormente, se irían y alcanzaría a pensar que podía cambiar.
Ni te recargaste en mi hombro, ni lloraste. No necesitabas de mi, mientras que yo si necesitaba por completo de alguien al que pudiera demostrarle que soy mejor de lo que dicen. El motivo por el que había venido se había perdido. Tenias lo ojos secos y una linea recta como sonrisa que se curvaba  cuando veías a alguien que querías llegar. Pero yo había llegado hace rato, esperando a que al menos conmigo demostraras el dolor que te estaba comiendo por dentro. Entonces me pregunté ¿quién era yo comparada con todas esas personas que habían pasado años con él? Nadie. Yo no era competencia, solo era una aparecida en su vida que trataba encajar en un rincon para pasar desapercibida. Era Alma. Soy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario